Es un proceso estratégico de diagnóstico y entendimiento de la situación actual para identificar nuevas oportunidades o problemas.
Esta etapa ayuda a los líderes de la empresa a descubrir cómo la estrategia de producto digital se alinea con la visión a largo plazo, detectando las mejores formas de agregar valor a través de la tecnología y su impacto en los flujos del negocio.